That’s entertainment!

That’s entertainment!

Elegantemente vestido, con chaleco, corbata y pantalón azul eléctrico, impecablemente peinado con corte retro engominado, sonrisa seductora y manteniendo siempre firme la mirada a la platea, Tony Desare destapó sobre el escenario del Teatro Guiniguada las esencias del buen crooner, incluido un repertorio asequible, amable, con concesiones a todo tipo de públicos, con arabescos al piano y guiños a los clásicos, pero también a los más contemporáneos. En definitiva, un show para el entretenimiento, pero con muchísima calidad, que arrancó con Cole Porter (It’s Allright With Me), toda una declaración de intenciones.

Viendo a Desare, son inevitables las comparaciones, por odiosas que sean. Ha elegido un camino en el que los referentes son Frank Sinatra y Nat King Cole, y cuya bilbia no es otra que el Great American Songbook. Sin embargo Desare también compone y forja su propio camino, incluso cuando hace versiones, lo que le consolida como otro de los grandes revivalistas del género, en la línea de John Pizzarelli, Harry Connick Jr. o Peter Cincotti. Su control del escenario, del espectáculo, le permite abordar con confianza baladas, swing, boogie, rock and roll… Y su banda refuerza un show en el que destaca Ed Decker y su guitarra de siete cuerdas, que rasguea con fiereza. El contrabajista Dylan Shamat, impecable (emocionante en The street where you live) y el impasible y elegante batería Mike Klopp completan un cuarteto infalible.

El setlist incluyó temas propios como New Orleans Tango o How will I Say I Love Her So, clásicos como el swing Somebody loves me, Sabre dance boogie o la aclamada Fly me to the Moon (con una piano inicial con el que ardieron las palmas del respetable) y alguna versión más inusual, como el Kiss de Prince, o el medley que se inventó entre el Fire de Bruce Springsteen y el Great Balls of Fire de Jerry Lee Lewis, con el que se arrebató el personal. Un concierto efectista y efectivo, con dosis de emotividad y desmelene, todo muy medido, muy al uso del negocio de Las Vegas que nació al calor del Rat Pack de su admirado Sinatra. Desare se marchó entre la ovación del público y el calor de quienes luego no se resistieron a su encanto en la firma de discos y en el pose para los selfies. Tiene gancho.

FICHA TÉCNICA
Grupo: Tony Desare
Componentes:
Tony DeSare: Voz y piano
Ed Decker: Guitarra
Dylan Shamat: Bajo
Michael Klopp: Batería
Lugar: Teatro Guiniguada (Las Palmas de Gran Canaria)
Fecha: 11 de julio de 2019.
Autor: Mario Alonso
Fotos: Sabrina Ceballos.